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Ladrones de energía diaria que afectan hasta tu peso

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Si te sientes sin fuerzas al final del día y crees que tu peso es el único culpable, conoce otros ladrones de energía muy efectivos que no pensabas.



El cansancio al final del día es tanto y tan frecuente que parece que fuera un solo episodio de cansancio sin fin. No te sientes con la energía para compartir con tu familia, para disfrutar la vida. Culpas a las jornadas laborales largas.


Existen otros causantes en diferentes fases de tu día que tal vez estás ignorando.


Empecemos con las que menos piensas…



No comunicar lo que sientes



Con tu pareja, tus hijos, compañeros de trabajo.

Ellos no son adivinos, probablemente no saben que te están afectando bien sea sentimentalmente o productivamente.


Si hay algo que te incomode que te perturbe, debes comunicarlo, puede ser de forma escrita.


- Propón soluciones
- Explica tus sentimientos
- No insultes o trates de hacer sentir mal la otra persona.


Te roba energía, te preocupación por las relaciones con estas personas no te deja dar lo mejor de ti.


Con la ansiedad y las preocupaciones eres más propenso a ingerir alimentos sin pensar si tienes hambre, sí es saludable, si ya estás satisfecho.





No afrontar los problemas



Una preocupación te ronda en la cabeza constantemente hasta que se solucione la causa.


Disminuye tu concentración, tu creatividad, tu capacidad de afrontar bien otros problemas, por ende disminuye la productividad.


El peso es afectado con el estrés y preocupaciones.





Rodearse de personas que aportan negativismo




Terminas creyéndote lo que dicen, piensas que lo que haces no sirve, no te aporta. Te desanima, baja tu autoestima.


Resultas haciendo cosas que funcionan para otras personas y tal vez no para ti. Te frenas.



Poca comunicación



Especialmente con tus compañeros de trabajo y con todas las personas que intervienen con tus actividades laborales.


Sin buena comunicación se presta para malos entendidos haciendo que las labores se ejecuten de manera inapropiada.


Se gasta más tiempo, energía y esfuerzo corrigiendo los errores, adicional a la mala energía que queda en el ambiente por los errores cometidos.


No te queda ni tiempo para comer, lo que te lleva a otro problema que ya mencioné (saltar las comidas).




Prestarle mucha importancia a cosas y personas que no la tienen



Estás usando tu talento en cosas que no te aportan mucho, te retrasan con tus labores.




Desorden en hogar y lugar de trabajo



Para mejores rendimientos necesitas tener todo en orden.


Si tu mente ya viene con un estrés y ves tu escritorio desordenado conciente e inconcientemente te genera más estrés.


Demoras más buscando lo que necesitas, te distraes con cosas que no son importantes en el momento pero están en tu vista.






No trabajar por tus sueños



Con trabajar por tus sueños me refiero a planear, sacar tiempo para idear, estudiar, todo lo relacionado para hacer los ideales reales.


Te roba energía, baja la autoestima, si tienes tu autoestima baja tu productividad también disminuye.


Laboras con menos entusiasmo.


Poca autoestima te hace comer sin importar lo que estás comiendo.





No delegar responsabilidades a los hijos, amados y cercanos



Te estás sobrecargando, los estás subvalorando.


No les ayudas a reconocer sus capacidades.


Así, puedes concentrar tu energía en lo importante.



No ahorrar dinero



Genera estrés la sensación de carencia de dinero, tener dinero tan solo para las necesidades inmediatas y no para las urgencias.


Es algo que siempre está en tu cabeza, quieres empezar a ahorrar no sabes ni cuando ni como.



Mal dormir


Dormir no solo es bueno para descansar, al dormir se producen nuevas células, nuevos tejidos, anticuerpos, el cerebro organiza todo lo visto, aprendido y procesado durante el día, refuerza la memoria.


Te recuerdo que dormir poco aumenta el riesgo de aumento de peso, hay un aumento del apetito en quienes duermen menos comparado con quienes duermen 8 horas.






No desayunar



A excepción de personas que les es casi imposible desayunar, no se sienten bien cuando lo hacen, su cuerpo no lo recibe correctamente.

Es conveniente no saltarlo a diario.


Si eres de esas personas que rechazan el desayuno no te preocupes, come cuando tu cuerpo te lo permita. Es parte de la naturaleza, todos somos diferentes.


Para el resto de personas que no rechazamos el desayuno no comerlo, te hace comer más a la hora de la próxima comida y tener más antojo por comidas más desastrosas, más calóricas.

En cuanto a productividad: eres más lento, te concentras menos, te sientes cansado, desanimado y hasta deprimido.



Desayunar lo incorrecto


Ingerir demasiado dulce y abundantes carbohidratos en la hora del desayuno es una costumbre muy común y deliciosa. Te afecta el peso, dalo por sentado. Muchas calorías acompañan el azúcar y almidones.


Con la productividad: aunque pienses lo contrario el azúcar y carbohidratos refinados te ponen más lento.


El alto contenido de azúcar en la sangre libera mucha insulina para compensarlo.


La gran cantidad de insulina agota rápidamente el azúcar en la sangre tornándose en un estado de hipoglicemia (azúcar baja).


Bajo estado de hipoglicemia tu cerebro no trabaja bien, porque el azúcar es su combustible.



No moverse


Tu cuerpo necesita moverse para mejorar su circulación para usar los músculos y no atrofiarlos.


Cuando te mueves los músculos se estiran relajándote.


Sabes que aumenta el peso el sedentarismo.


El ejercicio te da energía, eres más productivo.



Preocuparse por lo que no ha pasado


Es una pérdida de energía totalmente.



No planear el día


Lleva a un desorden haciéndote tomar más tiempo para ejecutar tus tareas y de forma menos eficiente.


Una ventaja de programar, es la de ir tachando las tareas que vas cumpliendo, ver tu avance te anima a seguir con tu labor del día.


Si no programas tienes el riesgo de entretenerte en tareas que no eran tan importantes para e día dejando a un lado lo que deberías hacer realmente.



Saltarse comidas Principales Frecuentemente



Si llevas varias horas sin comer el cerebro trabaja más lento, no se concentra adecuadamente, te toma mayor tiempo hace todo.


Tu apetito se descontrola al final, aunque no lo creas el apetito resulta controlándote en vez de lo contrario.



No hidratarse lo suficiente


El cerebro necesita para su funcionamiento azúcar, agua y oxígeno.


Ya te he contado la falta de azúcar trae efectos negativos en su funcionamiento.


Lo mismo pasa con el agua, con la falta de agua el cerebro tarda más para ejecutar las tareas, te sientes cansado sin energía.


La sed tiende a confundirse frecuentemente con el hambre, comes más.


Comúnmente aumentas el consumo de calorías al calmar tu sed con líquidos azucarados, con sabores agradables lo cual hace que tomes más líquido del que necesitas.



Comer mal



El cerebro no tiene los suficientes nutrientes, el cuerpo rinde menos para todo.


Esto aumenta tu apetito, tu cuerpo está en búsqueda de los nutrientes que necesita.



Alcohol frecuente



No le estás dando tiempo al cuerpo de eliminar todo el alcohol ingerido.


El alcohol es un inhibidor lo que significa que te detiene para todo, te retarda en todo.


Esto depende de las cantidades y frecuencia con las que lo ingieres, puede que metabolices el alcohol lentamente.



Llevar la rutina diaria como un zombi


No planeas, no piensas, no buscas soluciones.


Si no tratas de mejorar tu situación nunca lo vas a hacer, debes comprar el tiquete de lotería si quieres ganártela.



Malas posturas



Te produce dolores, cansancio, da deseos de abandonar lo que estás haciendo en el momento, quieres irte lo más pronto posible. Desconcentra.


Monotonía


Los lugares nuevos, nuevas rutas, nuevos conocimientos todo lo nuevo aumenta la creatividad, relaja, mejora tu capacidad de respuesta a dificultades, te anima.



No descansar


Descansar no es sinónimo de dormir.


Cada quien tiene diferentes formas de descansar, para algunos con tan solo ponerse de pie y mirar al horizonte descansan.


Estirarse funciona instantáneamente.


Tomar unos segundos para descansar renueva tu energía de manera muy favorable.



El calor o frío



Tener frío o calor aumenta los deseos de dejar de hacer lo que estás haciendo, te concentras menos.
Te sientes incómodo.


No dejes de analizar por cuales de estas situaciones estás pasando y empezar a modificarlas para que vuelvas a sentirte con energía para la vida no laboral.


¿Tienes otros factores que no mencione y te están robando toda la energía? Cuéntame en la parte de los comentarios.



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Sobre la autora

Angela-Arias-MD-349.jpgAngela M. Arias, médica, experta en pérdida de grasa.

Ayudo a personas con cargo administrativo a simplificar y personalizar la pérdida de grasa.

También tengo una vida agitada, soy mi propia jefe lo que implica más trabajo y horarios prolongados, madre de niña de 4 años.



2 comentarios :

  1. Asi es es muy importante, nuestro estado de animo, para mantener nuestro cuerpo sano. y tambien debemos tener un tiempo para lo spiritual, esa alma que hay dentro de nosotros, no solo somos materia Dios nos hizo a semajanza de el, por tanto debemos respetar nuestro cuerpo y cuidarlo Dios nos dio vida es una sola no lo desperdiciemos, cada Segundo, minute y hora cuentan para vivir con verdadera alegria y agradecimiento

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